La ludopatía o juego patológico es considerado un problema psicológico que afecta diversos aspectos de la vida (personal, familiar, laboral, social y económica). La persona pierde su capacidad para poder autocontrolarse y le es difícil decir No siendo incapaz de aplazar el impulso o deseo por jugar.
La persona sufre cambios en u estado de ánimo (irritabilidad, mal humor, poca tolerancia, preocupación intensa, ansiedad, insomnio, etc.)
Una persona con un diagnóstico de ludopatía no siempre juega a diario y en cualquier sala de juego que encuentra a su paso, por lo general fija su atención en una o dos sitios y acude puntualmente.
la ludopatía debe cumplir con una serie de criterios:
Preocupación por el juego (ej., preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero con el que jugar).
Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.
El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (p.ej., sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión).
Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de ‘cazar’ las propias pérdidas).
Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego.
Se cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar el juego.
Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo, pareja y oportunidades educativas o profesionales debido al juego.
Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.