Qué es la adicción?

Es una enfermedad primaria, es decir, no se trata de ningún síntoma, sino que conforma una entidad patológica que comporta una discapa- cidad involuntaria por parte de quien la padece. Es de carácter crónico y condicionada, además, por factores genéticos, psicosociales y ambientales que determinan tanto su evolución como sus manifesta- ciones.

Afecta al estado de ánimo, la conciencia y la percepción del enfermo y de su entorno más próximo. El proceso adictivo se inicia en las áreas anatómicas que conforman el sistema límbico y que intervienen en el procesamiento de las emociones dentro del cerebro humano. Estas áreas están, además, conectadas a otras estructuras relacionadas con la formación y la consolidación de comportamientos relacionados con la memoria y el aprendizaje. Podríamos decir que la mentalidad adictiva conformaría una entidad fundamentada sobre dos estructuras: Una patológica –la parte instintiva i emocional- y otra completamente normal –la parte intelectiva- funcionando enteramente al servicio de la primera. Esta ecuación en todas sus variadísimas dimensiones y facetas de acuerdo con las capacidades de cada enfermo, arma una compleja maquinaria de autodestrucción perfectamente ensamblada, estructura- da desde la infancia y perfeccionada a través de los años, resultando progresivamente más poderosa y recursiva.

Podríamos resumir diciendo que el enfermo adicto vive completamente esclavizado por un instinto mental potentísimo que lo degrada y esclaviza como persona pervirtiendo sus creencias y todos sus hábitos de conducta.

La adicción implica el deteriodo en el entorno familiar, laboral y social.

Algunas personas se imaginan al adicto como una “fiera desesperada” que busca drogarse las 24 h del día todos los días. El criterio que aplican es el siguiente, si uno lo hace todos los días entonces es adicto.
Lo que se sigue de esta falsa creencia es la igualmente falsa creencia inversa: si uno no lo hace todos los días, entonces de ningún modo es adicto. La realidad es que el hecho de que algo se haga o no a diario no constituye un criterio acertado para determinar si una persona es adicta o no. La mayoría de los adictos, en efecto, no consumen a diario la droga en cuestión si no que hacen un abuso esporádico de ella, alternando periodos de consumo diario con periodos de abstinencia o consumos continuados.

Es importante comprender esto, por que partiendo de éste criterio erróneo, muchas personas que son adictas suelen persuadirse, y conven- cer a otros, de que no tienen ningún problema.
Con algunas drogas y actividades, hasta es teóricamente posible (si bien improbable) que una persona incurra en ellas a diario y no sea adicta.

En el caso de muchas sustancias, sin embargo (nicotina, cafeína, azúcar, cocaína y alcohol entre ellas), el consumo diario a menudo conduce a la adicción.

Tampoco lo es la cantidad empleada. Una persona puede ser alcohólica, por ejemplo, y solo tomar un par de copas al día, si está ejerciendo un severo control sobre el impulso de beber más.
No es tanto la cantidad ni la frecuencia lo que cuenta, si no como le afecta la droga a uno.

El otro factor distintivo clave es para que se esta usando la droga o activi- dad en cuestión. Si bebe para mitigar una tensión interior, lo más probable es que no se trate de una mera costumbre social. En síntesis si uno incurre en algo para cambiar su estado de ánimo por que este le resulta intolera- ble, eso lo llevará por el camino de la adicción.

EXTRAIDO DEL LIBRO: QUERER NO ES PODER, ARNOLD M.WASHTON & DONNA BOUNDY

¿A dónde lleva la adicción?

 

La adicción es un proceso que se desarrolla a lo largo del tiempo. En sus primeras fases, la adicción puede pasar inadvertida, por la levedad de los síntomas, o por la habilidad de la persona para compensar las conse- cuencias negativas que la adicción tiene sobre su propia vida y sus relaciones.

Desde un principio de la adicción la química cerebral está alterada, y esto se manifiesta en episodios de uso descontrolado que pueden no ser tan severos y fecuentes, pero son evidencia de la instalación del desorden bioquímico cerebral. Ya existe el pensamiento adictivo y comienza a manifestarse como una preocupación con el uso.

Con el tiempo la pérdida de control es obvia y los episodios de consumo son más intensos y frecuentes. Ya comienza a haber problemas familia- res serios debido al tiempo que la persona ocupa en actividades relacio- nadas con la adicción y el uso. El pensamiento adictivo se hace más intenso debido a la necesidad aumentada de negar o racionalizar su conducta.

 

Comienzan a presentarse problemas laborales y escolares debido al malfuncionamiento psicosocial. La química cerebral ha cambiado de manera importante y la personalidad de la persona tambien ha cambia- do, casi siempre con más irritabilidad, ansiedad e intolerancia. El ego de la persona se ha hipertrofiado para poder mantener una imagen de “normali- dad” que pueda disminuir la ansiedad tanto del adicto como de las perso- nas que lo rodean.

En una etapa agravada, es evidente la inhabilidad para detener el consumo. Problemas financieros severos podrian aparacer y el aislamiento social se hace evidente y marcado. Problemas severos en las relaciones familiares que pueden llegar a la separación. Pérdidas de empleo y deterioro del funcionamiento laboral se hacen presentes de manera que el adicto no puede muchas veces, ni conseguir ni mantener un empleo. La depresión severa característica de esta etapa puede ser malinterpretada como primaria, pero es en realidad secundaria al desorden adictivo. Igualmente la autoestima se ha deteriorado mucho y puede aparecer psicósis toxica, en las adicciones quimicas, e ideación psicótica en las adicciones de conducta.

Test: ¿Eres adicto/a?

Quizá admitas que tienes problemas de drogas, pero no te consideras adicto. Todos tenemos ideas preconcebidas acerca de lo que es un adicto. Una vez que hayas empezado a tomar medidas positivas, no hay nada vergonzoso en el hecho de serlo. Si te puedes identificar con nuestros problemas, tal vez puedas identificarte con nuestras soluciones.
Si eres adicto, antes de que puedas hacer ningún progreso hacia la recuperación, primero tienes que admitir que tienes un problema con las drogas.

Estas preguntas, siempre que las hayas abordado con honestidad, pueden servir para mostrarte como el consumo de drogas ha hecho tu vida ingo- bernable. La adicción es una enfermedad que, sin la recuperación, termina en carceles, hospitales, manicomios o con la muerte.