La preocupación por la imagen corporal se ha desarrollado a lo largo de la historia de los diferentes pueblos y culturas. Los cánones de belleza varían con el paso del tiempo en las civilizaciones.
La presión de los medios de comunicación hacia la consecución de un cuerpo “diez” para lograr una imagen socialmente deseada ha desempeñado un papel esencial en la aparición y/o aumento de nuevas patologías mentales. En la actualidad, el canon de belleza es el “cuerpo”, se vive por y para el cuerpo, lo cual se engloba bajo la concepción del culto al cuerpo.
Aunque la alteración de la imagen corporal ha existido siempre, es una patología en auge en la actualidad, por lo que precisa una mayor atención y mayor número de recursos destinados a su investigación. Se habla de una epidemia del culto al cuerpo, en las sociedades industrializadas. Son muchas las patologías que tienen en común esta alteración: Anorexia, bulimia, ortorexia, vigorexia y dismorfofobia, entre otras.
La preocupación por la imagen corporal, se considera patológica dependiendo del grado de repercusión en la vida diaria.
La alteración de la imagen corporal se divide en un componente afectivo, la insatisfacción corporal que sería el grado en el que los sujetos valoran o desprecian su cuerpo, y otro componente más perceptivo que sería la distorsión de la imagen corporal que supone la imprecisión en la determinación del tamaño corporal.
Las patologías que se describen a continuación, tienen como factor común una preocupación excesiva por la apariencia e ideas intrusivas y recurrentes sobre la imagen corporal así como conductas relacionadas con dichas ideas. El deseo de perfección y la distorsión de la propia imagen caracterizan estos cuadros.